2018 se va con un sabor amargo, ha sido el año en que se multiplicaron los pobres

Según los datos recopilados por el Observatorio de la Deuda Social Argentina y del Indec, 2,2 millones de argentinos cayeron en la pobreza tras la devaluación de la moneda y la agudización del proceso inflacionario que castiga al país desde hace más de una década.

Casi la mitad de los 13,6 millones de pobres son niños.

Durante el año que concluye, la cantidad de pobres en la Argentina pasó de 11,4 millones a 13,6 millones, y la de indigentes, de 2,3 millones a 2,47 millones. Para el caso de los hogares el análisis arrojó 25,6% de pobreza, también en alza en comparación con el 20,9% del tercer trimestre del 2017, y 4,2%, de indigencia, desde 4,1%.

A partir de estas cifras, y teniendo en cuenta que para el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) la población urbana de la Argentina alcanza a 40,5 millones, son 2,2 millones las personas que ingresaron a la pobreza y 170.000 a la indigencia en un año.

La cantidad de pobres en Argentina pasó de 11,4 millones a 13,6 millones, y la de indigentes, de 2,3 millones a 2,47 millones.

El informe de la UCA aclaró que «en 2018 cerca de la mitad de los hogares declararon que sus ingresos no fueron suficientes para cubrir sus gastos».

Puso de relieve que «esta tendencia negativa se observa con niveles diferenciados para todos los grupos sociales, destacándose la amplia incidencia registrada en el estrato de trabajadores marginales».

También puntualizó que las cifras de indigencia de 4,2% de los hogares y de 6,1% de las personas resultan «los valores relativamente más altos registrados por la Encuesta desde 2010 a la fecha».

En ese sentido subrayó que «la indigencia afecta con más intensidad a los segmentos sociales de la clase trabajadora marginal y a los hogares del conurbano bonaerense».

«En ambos casos es donde la indigencia se incrementó de manera significativa a partir de 2014, alcanzando en el tercer trimestre de 2018 a 19,6% y 8,9%, respectivamente».

También indicó que «afecta más fuertemente a los niños, adolescentes y jóvenes de 18 a 29 años, y en menor medida a la población de 60 años y más».

En el caso de los niños hasta 17 años, la pobreza alcanza al 51,7%, cifra superior al 44,7% de un año atrás.

Un nuevo millón de niños pobres

Así, hay 6,3 millones de niños pobres, frente a los 5,4 millones de un año atrás, es decir, casi un millón más en 12 meses. Esto significa que el 46,3% de los pobres en la Argentina son niños.

«Vemos una situación de pobreza estructural que no se modifica», dijo el director de la institución, Agustín Salvia, en conferencia de prensa.

El investigador aseguró que «la llegada de inversiones no es condición suficiente para resolver la pobreza estructural y el desequilibrio cada vez mayor».

Salvia afirmó que «la pobreza estructural sólo se puede reducir con políticas de redistribución del ingreso, un modelo económico con eje en las pymes, más empleo y mejores salarios».

Asimismo, advirtió que «en tanto se mantenga el actual escenario recesivo, sólo cabe esperar un aumento del desempleo, los trabajos de subsistencia y de la precariedad laboral y, por lo tanto, de las desigualdades estructurales que afectan al mercado de trabajo, con efectos directos sobre la pobreza».

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