Bertoia, el auditor que Ponce echó porque investigaba desmanejos en clínica 10 de Septiembre

Hace aproximadamente dos años presentó un informe de auditoría que revela que en el centro médico gremial se colocaban a un costo dos y tres veces mayor prótesis de columna a pacientes que no las necesitaban.

Mario Bertoia dio a conocer el informe de auditoria que revela desmanejos en la clínica 10 de Septiembre.

Mario Bertoia dedicó 35 años de su vida a Ospil, la obra social de Atilra. El pasado mes de enero fue despedido por una supuesta falta de confianza. Antes habían intentado desplazarlo montando una falsa denuncia por acoso sexual que nunca llegó a formalizarse pero le dejó secuelas como una depresión de la cual todavía se esfuerza por salir. Su “pecado mayor” fue investigar gravísimas irregularidades en la clínica 10 de Septiembre, como la colocación indiscriminada de prótesis de columnas a costos dos y tres veces mayores que en el resto de los centros de salud de la provincia y operaciones bariátricas cuatro veces más caras.

Lo más curioso es que el doctor Bertoia acompañó a Héctor Ponce a principios de 2000, cuando la obra social se encontraba prácticamente quebrada, controlada por empresarios inescrupulosos que se servían de ella para hacer jugosos negocios de la mano de dirigentes y empleados que paradójicamente aún hoy continúan en sus puestos. Hace dos años perdió la confianza del cabecilla, cuando metió sus narices en cuestiones inconvenientes. Presentó un informe que demuestra que en Sunchales se colocaban 98 prótesis cada 100 pacientes, mientras que en otros centros de salud de la provincia, en el mismo período, no llegaban los casos no llegaban a dos. Primero creyó que Ponce estaba al margen de esos desmanejos  pero se desilusionó rápido cuando éste le dejó en claro que si seguía investigando el tema terminaría fuera de la obra social. No pasó mucho para que el gremialista le demostrara que es una persona de palabra.

Bertoia da a conocer ahora el informe que presentó hace aproximadamente dos años por varias razones, aunque una en especial: el daño que sufrieron pacientes a los que les implantaron prótesis de columna vertebral a pesar que sus casos no los justificaban, a quienes pide que reclamen un resarcimiento a la obra social y al gremio.

Una empresa familiar

Cuando Atilra resolvió hacer frente a la gerenciadora Apreme que pretendía monopolizar la salud privada de la región, Bertoia estuvo al lado de Ponce. Primero se pensó en abrir consultorios médicos y después una clínica. “Ahí comenzó el acabose porque la puso a manejar por gente con ninguna capacidad como su propia hija y su yerno y el desmanejo empezó a ser muy grotesco. Transformó una prestataria de salud en una empresa familiar”, afirmó en una entrevista con Primero Sunchales.

Aclaró además que “en la organización de la clínica no se me permitió nunca tener ninguna injerencia. Se hizo todo desde Sunchales e incluso no se me permitía auditar médicamente las prestaciones del mismo modo que tampoco se le permitía hacerlo al auditor que tenemos en Sunchales”.

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