El ascenso del PDP y la revitalización del Frente Progresista amenazan al PJ en el Concejo

Las primarias dejaron muchas cuestiones para analizar a nivel local, como la debacle de Cambiemos, el regreso de la Democracia Progresista, el fortalecimiento del Frente Progresista y la caída del PJ.

Fernando Cattaneo junto a Oscar Trinchieri durante la última campaña electoral.

Por Fernando Garello – Quizás porque se dieron en un contexto marcado por la angustia y la desazón que provoca uno de los ajustes más brutales de la historia de la democracia argentina, las elecciones primarias del domingo pasado dieron cuenta de un electorado inquieto que busca salidas para la apremiante situación que vive el país. De hecho, Santa Fe dio un mensaje que la Casa Rosada pretende ignorar, aunque por lo bajo sabe que es un indicador de aquello que puede llegar a pasar en el mes de octubre próximo.

Nuestra provincia fue el último de los distritos donde Cambiemos quedó relegado al tercer o cuarto lugar y nada hace pensar que esto no se repetirá en las elecciones presidenciales, donde Mauricio Macri está empeñado en alcanzar la reelección.

A nivel local, el triunfo contundente del Frente Progresista no sorprendió a nadie: Gonzalo Toselli llegó respaldado por una gestión que no tiene parangón a lo largo de las últimas décadas y además se benefició por un escenario de polarización que determinó el “abandono” de Cambiemos. Enfrente tuvo a una coalición que prometía mucho pero obtuvo muy poco, como la que sellaron Oscar Trinchieri y Fernando Cattaneo, el Vecinalismo y el PJ.

El problema de Trinchieri es que ofrece muy poco a cambio de lo que pretende de manera tan evidente: apoltronarse en el poder y vivir a costa de los contribuyentes durante dos o tres períodos de gobierno más, como hizo durante la década del 90, período en que la ciudad sufrió un estancamiento en materia de construcción de viviendas y obras de infraestructura.

El grado de oportunismo e improvisación es tal que incluso se presentó sin siquiera tener un proyecto de gobierno, enarbolando un discurso centrado en el problema de la inseguridad, aunque sin ofrecer soluciones creíbles y aplicables en el mediano plazo.

Lo peor fue el intento de manipulación del electorado que se perpetró a través de las redes sociales durante los días previos y durante la misma jornada eleccionaria, con denuncias de supuestos hechos delictivos formuladas por conocidos del candidato a intendente, quien inmediatamente las hizo circular en sus páginas personales.

Según el escrutinio provisorio que elabora el Tribunal Electoral de la provincia de Santa Fe, Toselli le sacó más de dos mil votos a Oscar Trinchieri, una ventaja difícil de revertir, sobre todo en las condiciones mencionadas.

Ascenso del PDP

Las primarias dejaron sorpresas en la categoría concejal, con las excelentes perfomances de la Democracia Progresista, una fuerza que tradicionalmente tuvo buenos desempeños en este tipo de compulsas, y del Frente Progresista, a la sazón, la fuerza más votada.

La contundente victoria de la lista encabezada por María Alejandra Bugnon de Porporatto, quien obtuvo más de tres mil votos, posiciona al viejo PDP no solamente en el futuro Concejo Municipal, sino también de cara a los comicios ejecutivos de 2023. Además lo transforma en un protagonista que el Frente Progresista indudablemente tratará de recuperar.

El Socialismo también hizo una muy buena elección con Andrea Ochat, quien cosechó más de 2.200, un caudal que podría incrementarse en los comicios generales de junio y que premian un trabajo serio y comprometido dentro del Concejo.

El tercer lugar quedó en disputa entre la oficialista Fabrina Girard y el justicialista Fernando Cattaneo, quien realizó una muy pobre elección que compromete su ingreso al próximo Concejo Municipal. Es que si no mejora su perfomance, podría ser doblado en cantidad de sufragios por un hipotético segundo lugar del Frente Progresista, hecho que de producirse le negaría la posibilidad de resultar reelecto.

Cattaneo nunca concitó adhesiones masivas en el electorado sunchalense pero en estos comicios cometió errores de principiante. Electo en 2015 por el Frente para la Victoria, luego la derrota de Cristina Fernández, intentó cambiar el nombre de su bloque unipersonal, actitud que mantuvo en la última campaña electoral, donde la histórica Unidad Básica partidaria mantuvo sus puertas cerradas, decisión que seguramente le granjeará muchos enemigos dentro del denominado “cristinismo” que los comicios generales de junio próximo podrían resultarle muy caros para sus aspiraciones.

Para finalizar, ¿qué se puede decir del cuarto lugar de Cambiemos? En principio que las propuestas envasadas que llegan desde Buenos Aires, sin un trabajo territorial serio, tiene escasas chances de prosperar, en Sunchales y en cualquier otra ciudad de la República. Por lo demás, el unitarismo extremo de Cambiemos arrebata cualquier capacidad de reclamo y disenso en los representantes locales, quienes se ven obligados a repetir el discurso blindado que se elabora en la Casa Rosada. Los resultados están a la vista de todos.

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