El bocinazo contra la inseguridad dispara una actividad febril en el Concejo y un sismo interno en Canal 4

La ausencia de firmas de ciudadanos en el petitorio presentado en la manifestación obliga a la oposición a replantear su estrategia y desata una tormenta interna en Meridiano 83 TV.

La partidización de la protesta terminó generando consecuencias impensadas.

El bocinazo contra la inseguridad terminó generando consecuencias inesperadas, especialmente entre sus promotores y actores principales. La falta de respaldo de la comunidad al petitorio formulado por los organizadores, que a la postre no logró obtener ninguna firma, hizo que los bloques de la oposición en el Concejo replantearan su estrategia, cambiando la calle por el trabajo en el recinto de sesiones. También en Meridiano 83 TV, empresa periodística que se puso a la cabeza de la manifestación, generó un fuerte cimbronazo interno cuyas consecuencias todavía no se vislumbran con claridad.

En cuanto a la Democracia Progresista y al Partido Justicialista, sus integrantes parecen haber canalizado la “frustración” mediante la redacción de una batería de propuestas -algunas menos consistentes que otras- que ingresaron esta semana al Concejo Municipal.

Pero si la innegable partidización de la protesta terminó conspirando contra un reclamo que es legítimo, la participación activa de Canal 4 y Meridiano Digital, los medios de comunicación de Meridiano 83 TV, terminó despertando suspicacias entre muchos vecinos que advierten que entre bambalinas se esconden intereses políticos que van de la mano con las aspiraciones electorales de dirigentes que en los últimos años no lograron el respaldo popular que deseaban, como el caso de Oscar Trinchieri, quien hace unos meses sufrió una durísima derrota en los comicios ejecutivos donde Gonzalo Toselli obtuvo su reelección como intendente con una diferencia de 30 puntos porcentuales y el del periodista Elvio Saravia, quien en 2009, no logró ingresar al Concejo Municipal integrando la lista de candidatos oficialistas del partido de la familia Trinchieri.

Batería de iniciativas

La oposición en el Concejo Municipal decidió dejar las controvertidas manifestaciones populares en la calle -que por otro lado están prohibidas por el decreto de necesidad y urgencia que dispone la cuarentena preventiva y obligatoria- y abocarse a un febril trabajo legislativo que esta semana se plasmó en la presentación de un conjunto de iniciativas que ingresaron al recinto de sesiones.

La más inconsistente de todas es el proyecto de resolución que presentó el concejal Oscar Trinchieri, uno de los responsables de la partidización de la manifestación de los ciudadanos autoconvocados contra la inseguridad. Se trata de una convocatoria a las autoridades municipales para conformar una suerte de comisión que se encargaría de coordinar acciones contra el delito con el gobierno provincial, algo que de hecho ya existe dentro del denominado Consejo Consultivo de Seguridad.

Por el lado del bloque de la Democracia Progresista, se presentaron tres proyectos mucho más concretos que la propuesta anterior. Se trata de dos minutas de comunicación y una ordenanza, que fue girada a la comisión de trabajo para su análisis y discusión. En el caso de las primeras, proponen la difusión de las instancias que tienen los ciudadanos para realizar denuncias de ilícitos, como el Ministerio Público de la Acusación y la carrera de Técnico en Seguridad que dicta el Instituto de Seguridad Pública de la provincia de Santa Fe. El proyecto de ordenanza que quedó a la espera de su aprobación propone, en tanto, la implementación de una campaña de difusión que desaliente la compra de artículos robados.

Transferencia de culpas

Con respecto a Meridiano 83 TV, la pobre respuesta que obtuvo la protesta que impulsó y tomó como bandera propia, generó una suerte de sismo interno. La empresa ya venía con problemas de credibilidad que hicieron eclosión cuando protagonizó un yerro vergonzoso, al anunciar, en plena pandemia y cuarentena, el supuesto primer caso confirmado de Covid-19 en Sunchales, hecho que en realidad no ocurrió, y cuya irresponsable difusión generó innecesariamente alarma en la población.

Por si eso no fuera suficiente, la empresa decidió incrementar el abono del servicio de TV por cable en medio de la cuarentena, hecho que generó un enorme malestar en la población que se expresó a través de redes sociales y se materializó en presentaciones ante organismos como la Defensoría del Pueblo y Defensa del Consumidor.

Lamentablemente, en lugar de asumir su responsabilidad en la cobertura interesada e imprecisa del problema de la inseguridad, Saravia volvió a optar por echar culpas a diestra y siniestra. Por ejemplo, según fuentes internas del canal de TV por cable, por estos días intenta transferir toda la responsabilidad de la frustrada maniobra de manipulación a dos profesionales mujeres, en un hecho que incluso podría rozar la discriminación hacia las mujeres y la violencia de género.

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