Ponce denuncia una conspiración en su contra, aunque no identifica a los presuntos autores

La organización gremial que conduce Héctor Ponce emitió recientemente un extraño comunicado en donde denuncia maniobras desestabilizadoras como intentos de plantar droga en el sindicato y en domicilios de familiares, aunque sin identificar a sus presuntos responsables.

La Justicia Federal investiga el papel que cumplen la hija y el yerno de Héctor Ponce (Foto: El Litoral).

Las noticias que llegan desde Atilra, lamentablemente y a pesar de los esfuerzos de los medios de comunicación y periodistas que actúan como voceros oficiosos, provocan perplejidad en la opinión pública sunchalense. Tras los allanamientos masivos que ordenó la Justicia Federal, el gremio conducido por Héctor Ponce difundió un comunicado donde afirma ser víctima de maniobras desestabilizadoras, sin identificar a sus presuntos autores.

El comunicado que solamente llegó a las redacciones de medios de comunicación afines, parece el alegato de una organización más cercana al hampa que a la actividad sindical. Por ejemplo, uno de los párrafos asegura que en el caso de Héctor Ponce y de su familia «estos nuevos intentos (desestabilizadores) irían desde, difundir falsas especulaciones referidas a su estado de salud hasta tratar de plantar droga en el sindicato o en la casa de sus familiares -tender una cama en la jerga penal- especulaciones estas, que ya habían sido motivo de comentarios y elucubraciones en oportunidad de realizarse los mencionados allanamientos».

Según Ponce y su pequeño grupo de seguidores, los once allanamientos que ordenó el juez federal Luis Rodriguez en febrero pasado, “no arrojaron ningún resultado” y forman parte de una serie de maniobras desestabilizadoras que ahora apuntan “a varios directivos acusándolos falsamente de retornos y negociados con las empresas”. En realidad, el expediente iniciado por la Justicia Federal permanece abierto y el doctor Mario Bertoia, ex médico auditor del gremio, concurrió a Comodoro Py para prestar declaración y ampliar los detalles de las denuncias públicas que formuló a través de Primero Sunchales.

Lo más llamativo es que Ponce no identifica en ninguno de los casos a los responsables de las presuntas maniobras de desestabilización que sufren tanto él como su familia y los directivos del gremio que conduce.

No obstante, por el tenor de las afirmaciones vertidas en el comunicado, se infiere que el secretario general de Atilra sería objeto de intimidaciones de una formidable organización mafiosa capaz de movilizar a la Justicia y la Policía Federal, inventar denuncias sin sustento sobre negociados con empresas afines y hasta plantar droga en la sede del gremio y en domicilios de sus familiares.

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