Atilra y SanCor se culpan entre sí por el fallido salvataje de la cooperativa
El gremio conducido por Héctor Ponce ordenó la paralización de las actividades de las seis plantas que posee la cooperativa, incluida la de esta ciudad. Responsabiliza al consejo de administración por el fallido salvataje estatal qué él mismo ideó junto al gobierno de Alberto Fernández.
El catastrófico epílogo del gobierno de Alberto Fernández sepultó las expectativas creadas en torno al fallido plan de salvataje estatal de SanCor que ideó el secretario general de Atilra, Héctor Ponce hace más de dos años. La idea era tan sencilla como disparatada: un grupo empresario se haría cargo de la conducción de la compañía en forma conjunta con el sindicato, mientra el Estado se encargaría de financiar la aventura con un capital de 60 millones de dólares.
El rápido deterioro que experimentó la economía en los últimos años dejó en claro que la operación salvataje -el enésimo en la historia de la compañía- no llegaría a materializarse y que el gobierno de Alberto Fernández concluiría sin cumplir con los compromisos que asumió.
A pocas semanas de terminar el mandato y con la posibilidad cierta de que la próxima administración sea de un partido político diferente al actual, Ponce entró en pánico y decidió bloquear las operaciones de las seis plantas industriales que le quedaron a SanCor luego del desguace de 2019.
Mientras paraliza a la cooperativa, Ponce acusa a su ex socios, el heterogéneo grupo empresario que lo acompañó en la aventura fallida, por no realizar las acciones necesarias para que se emitan letras por un valor de 60 millones de dólares, sin tener en cuenta que el “negocio” para estos empresarios era que el Estado pusiera la plata y no ellos.
El grupo empresario inicial que propuso el fideicomiso lo armaron, en su momento, el industrial José Urtubey, Marcelo Figueiras (Laboratorio Richmond), Gustavo Scaglione (La Capital de Rosario y Canal 3, entre otros medios), el abogado Leandro Salvatierra y Jorge Estevez, experto en el sector lácteo.
Operaciones paralizadas
“Las distintas dependencias de SanCor Cooperativas Unidas Ltda. se encuentran casi sin operaciones industriales, comerciales y administrativas como consecuencia de sorpresivas medidas de fuerza determinadas por la Asociación de Trabajadores de la Industria Láctea de la República Argentina”, afirma el comunicado difundido por la empresa láctea.
El romance entre la empresa y el gremio parece haberse terminado, luego que quedara claro que ni el Estado ni el grupo empresario aportarían los fondos necesarios para el salvataje. En el comunicado, los miembros del Consejo de Administración incluso se atreven a contradecir al gremialista, señalando que “SanCor se abrió a escuchar propuestas de negocios con actores económicos y/o empresas interesadas en participar de la actividad. En este sentido, hace más de dos años se iniciaron conversaciones con un grupo de personas de negocios que proponían la constitución de un fideicomiso de administración. En la idea del mismo, SanCor dispondría de algunos de sus activos y los interesados externos se comprometían al aporte de capitales necesarios para solventar obligaciones y promover el crecimiento”.
La cooperativa también disparó sus dardos contra los empresarios amigos de Ponce y del gobierno de Alberto Fernández, manifestando que “pese a que transcurrieron más de dos años desde la firma de una “carta de intención”, no se cumplió ninguna de esas obligaciones por parte de los terceros. Más aún, del aludido “grupo empresario” no se conoce con precisión quiénes lo integran, no existió diálogo directo con ningún potencial inversor ni hubo otra relación como no sea con quienes cumplen un rol de intermediarios técnicos. En todo este tiempo, Atilra tuvo conocimiento profundo de cada una de las alternativas que se fueron suscitando y planteando”.
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