Con la deserción del bloque del PDP se pone fin a la etapa más de vergonzosa del Concejo Municipal

Con la deserción anticipada del bloque completo del PDP, cuyos miembros no se atreven a someterse al escrutinio público debido al trágico desenlace que tuvo el denominado “Caso Solaro”, termina una etapa de vergüenza y escarnio en el Concejo Municipal.

El bloque completo del PDP deserta para no enfrentarse al castigo ciudadano.

A cuarenta años de la restauración de la Democracia, el Concejo Municipal de nuestra ciudad se apresta a poner fin a una de las etapas más vergonzosas de su historia, con la deserción del bloque completo del Partido Demócrata Progresista, cuyos miembros, Horacio Bertoglio y María Alejandra Bugnón, afectados por el trágico desenlace que tuvo el denominado “Caso Solaro”, optaron por no buscar la reelección.

Podría decirse que Héctor Solaro es la primera víctima de la corrupción en las instituciones públicas sunchalenses. Si bien existieron otros casos en donde los representantes electos o funcionarios de mayor o menor rango perjudicaron a vecinos, en ningún otro el damnificado terminó quitándose la vida. Por eso, previendo el malestar que la ciudadanía ya expresó de manera contundente en los comicios de medio término de 2021, donde la Democracia Progresista terminó última, Bertoglio, imputado en las causas por incumplimiento de deberes y estafa, optó por no presentarse para la reelección, mientras que su compañera de bloque, María Alejandra Bugnón, integra la lista de candidatos a concejal pero en el sexto lugar, como tercer suplente, algo impensable casi cuatro años atrás, cuando aparecía como la alternativa para suceder al intendente Gonzalo Toselli.

Un silencio bochornoso

Pero Bertoglio y Bugnon no son los únicos responsables de la mancha que afecta a la institución, también colaboró un vecinalista, Oscar Trinchieri para que fracasara el pedido de destitución que inició el cuerpo, luego que trascendieran los detalles del “Caso Solaro” y el informe lapidario que elaboró el prestigioso Domingo Rondina a pedido del cuerpo. El ex intendente vecinalista que terminó su mandato como concejal en 2021, resultó fundamental para que el Concejo terminara siendo el aguantadero de Bertoglio, tal como ocurrió con el Senado nacional a la hora de proteger a Amado Boudou o la Legislatura a Armando Traferri.

Tras la muerte de Solaro, llamó la atención el silencio del Concejo Municipal, dado que estuvo directamente involucrado en los hechos que causaron su desaparición. No hubo ni siquiera una declaración protocolar, en una institución que justamente se caracteriza por formular declaraciones por los temas de menor relevancia para la comunidad. Un silencio que no hizo más que profundizar el dolor y la indignación que sienten los familiares, amigos y allegados del emprendedor inmobiliario y de la comunidad en general.

Claro que en esta oscura historia no todos fueron villanos. También hubo representantes que actuaron con dignidad, como las tres ediles mujeres que se atrevieron a impulsar y defender el pedido de distitución de Bertoglio, María José Ferrero, Luciana Paredes y Andrea Ochat.

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