La controversia en el Concejo Municipal y la irrupción del periodismo fantasma

Si algo le faltaba a Sunchales, es que operadores políticos simulen ser periodistas para intentar refutar lo que es evidente, apelando al anonimato para ocultar sus identidades y sus verdaderos fines.

El interbloque opositor al parecer tiene un escriba anónimo que lo explica y defiende.

Por Fernando Garello – La semana pasada cubrimos la controvertida elección del presidente del Concejo Municipal con el rigor y la resolución que nos caracteriza desde hace más de veinte años. Denunciamos la existencia de un acuerdo no explicitado entre los tres bloques unipersonales y minoritarios de la oposición, destinado no solamente a consagrar a Fernando Cattáneo como presidente del cuerpo, sino también a tratar de paralizar al Ejecutivo para que los eventuales candidatos de las fuerzas políticas involucradas construyan su campaña electoral para 2019 en base al deterioro de la gobernabilidad, sin importar las consecuencias que eso acarrearía a la comunidad sunchalense.

También cuestionamos la oportunidad y la mezquindad de la utilización de una estrategia política tan destructiva en uno de los peores momentos de la historia de Sunchales, con su principal industria y fuente de trabajo a punto de pasar a manos de una compañía extranjera con consecuencias socioeconómicas que nadie puede vislumbrar con precisión.

El azar benefició a los integrantes de este nuevo interbloque que recuerda a aquél que Oscar Trinchieri urdió hace casi dos décadas para intentar frenar el acceso del Frente Progresista al poder, poniendo fin no solamente a una seguidilla de administraciones vecinalistas, sino también a un proceso de decadencia del gobierno municipal que tuvo enormes efectos negativos que todavía hoy los sunchalenses tratamos de revertir con gran esfuerzo y sacrificio. Hoy Trinchieri, Cattáneo y Ferrero tienen el instrumento necesario para obstaculizar la acción del gobierno municipal y nadie se procura una herramienta semejante para no utilizarla.

Estamos acostumbrados a que medios de comunicación y periodistas colegas, muchos de los cuales dieron sus primeros pasos en el desaparecido periódico El Tiempo, intenten desmentirnos o desacreditarnos, la mayoría de las veces sin éxito. Uno de los último casos fue el controvertido fondo de aporte solidario que las empresas lácteas se veían obligadas a realizar a Atilra y no a los trabajadores del sector -como muchos sostenían de manera aviesa-, que creó caprichosamente y de manera inconsulta la ex presidenta Cristina Kirchner como una forma de castigar al campo tras el conflicto de 2008 y que nosotros denunciamos como uno de los factores que llevaron al colapso no solamente a SanCor sino a decenas de pequeñas y medianas empresas lácteas de todo el país. Pues bien, el propio Héctor Ponce aceptó reducir de manera drástica dicho aporte y a nadie le entra en la cabeza que los futuros dueños de la compañía harán algo para que vuelva a tener efecto.

Tan acostumbrados estamos que ni siquiera nos tomamos la molestia en responder a las críticas que recibimos. Preferimos dedicar nuestro esfuerzo a hacer nuevas notas que generan nuevas y pretendidas desmentidas, en un juego que probablemente le arrancaría una sonrisa al gran Gabriel García Márquez.

El escriba enmascarado

Sin embargo, la semana pasada la desmentida de turno no provino de los colegas y medios habituales, sino de un supuesto periodista que publicó un análisis que trata de refutar la mayoría de los hechos que nosotros esbozamos apenas unas horas antes, sin siquiera tomarse la molestia de identificarse.

Nos gustaría debatir con este supuesto periodista fantasmal que por alguna razón que desconocemos y que presumimos debe ser embarazosa, se ve impedido de mostrar su rostro a la comunidad y se dedica con evidente oficio político pero escaso rigor periodístico, a tratar de rebatirnos. Lamentablemente nos comunicamos con el propietario del sitio donde se publicó la nota anónima y se nos dijo que se trata de una persona cuya identidad no se puede revelar.

Finalmente y sin ánimo de generar polémica, respondemos a los cuestionamientos vertidos desde el anonimato:

-El tema de si en Sunchales el kirchnerismo está vivo o muerto no es más que un sofisma, una trampa destinada a confundir al lector. La realidad indica que el Concejo Municipal está presidido por un representante del Frente para la Victoria que fue electo gracias a un acuerdo secreto que violenta la voluntad ciudadana que se expresó en las urnas hace poco más de un mes.

-No coincidimos con la posición que asegura que la representante de Cambiemos obró correctamente al votar a su par kirchnerista, incurriendo en una evidente contradicción política que hizo ruido incluso en Buenos Aires. El Concejo Municipal es una institución que en los últimos años se modernizó y profesionalizó y Marita Ferrero podría haber cumplido perfectamente el rol de presidenta, dado que el personal del cuerpo podría haberla asesorado convenientemente, reservándose para sí misma las decisiones de índole netamente política.

Finalmente aclaramos al escriba enmascarado que antes nos interesan los hechos que las estrategias políticas sencillamente porque somos periodistas y no dirigentes políticos. En este caso resulta incontrastable que el último representante del Frente para la Victoria accedió a la presidencia del Concejo Municipal gracias al apoyo del Vecinalismo y de Cambiemos con el concurso del azar y que dicha decisión orquestada en las sombras con una mezquindad inquietante, amenaza con poner en riesgo la gobernabilidad durante el año que se avecina.

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