Las notas remitidas por los vecinos al Concejo no siempre fueron públicas

Horacio Bertoglio argumentó en su descargo que nunca “se cajonearon” notas remitidas por vecinos al Concejo. En realidad, éstas no comenzaron a ser públicas hasta mediados del 2000, ya que antes podían ser excluidas discrecionalmente de su lectura por parte de la Presidencia, algo que ocurría con frecuencia durante su primer período como concejal.

Horacio Bertoglio ofreció una rueda de prensa en su domicilio
para referirse a las acusaciones vertidas en su contra.

Por Fernando Garello – Tras ser señalado por un presunto caso de conflicto de intereses en torno al denominado Loteo Solaro, el concejal Horacio Bertoglio convocó a una rueda de prensa para formular un descargo donde, entre otras cosas, afirmó que el incidente afectó no solamente su imagen pública, sino también la del propio Concejo Municipal y del Partido Demócrata Progresista. Además anticipó que se pondrá a disposición de las autoridades para que se lo investigue y que solicitará autorización para abstenerse de intervenir en el tratamiento del proyecto de ordenanza que regulará las próximas etapas del loteo.

En medio de su descargo, el representante del PDP afirmó que en ningún momento intentó que la nota remitida por el abogado del urbanizador Héctor Solaro pasara desapercibida en el Concejo Municipal y que en la institución no se “cajonean” notas. «Es falso que el Concejo Municipal cajonea notas. Eso daña la imagen y es algo que nunca sucedió, pero no solo bajo mi Presidencia, sino históricamente», sostuvo el edil en un tramo de la rueda de prensa que ofreció en su domicilio.

En realidad, a Bertoglio parece fallarle la memoria, dado que en su primera gestión como concejal, a principios de los años 2000, cuando el Concejo Municipal se encontraba dominado por el interbloque que unía a su partido con el Vecinalismo, por ese entonces a cargo del gobierno de la ciudad, no solamente se ocultaban notas sino que además se negaba el acceso de la prensa a las mismas, argumentando que se trataba de documentos de índole privada.

Por ese entonces la correspondencia remitida a la Presidencia del Concejo Municipal no aparecía discriminada en el orden del día y sobre todo en los períodos donde el oficialismo conducía las sesiones, se decidía de manera discrecional si se daban a conocer de manera pública o se mantenían en reserva.

El bloque del PDP no solo estaba al tanto de esta inadmisible situación sino que también la avalaba, habida cuenta del acuerdo no explicitado que el líder del bloque, el entonces concejal Néstor Mosso, había celebrado con el Vecinalismo para mantener el estatus quo político que finalmente comenzó a quebrarse en 2003 con la irrupción del Ateneo Sunchales.

De hecho, las cartas remitidas a la Presidencia por los ciudadanos e instituciones recién comenzaron a hacerse públicas y la prensa tuvo acceso a ellas bien entrados los años 2000, cuando este periodista expuso la irregularidad en el desaparecido periódico El Tiempo de Sunchales.

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