Maximiliano Pullaro: «En dos años vamos a resolver el problema de seguridad en Santa Fe»

El ex ministro y precandidato a gobernador asegura que el problema de seguridad en la provincia es por falta de conducción política de la policía: «durante mi gestión, redujimos los delitos a parámetros históricos», señala.

Maximiliano Pullaro es precandidato a gobernador por el frente Unidos para cambiar Santa Fe.

El próximo domingo, el radical Maximiliano Pullaro enfrentará una primaria peleada contra Carolina Losada quien lo acusó de tener vínculos con los narcos en una de las campañas internas más agresivas que se recuerda en Santa Fe y en el marco de una crisis profunda por la guerra entre bandas narcos que mantiene en vilo a la ciudad de Rosario. Por tal motivo, el ex ministro de Seguridad durante el gobierno del socialista Miguel Lifschitz afirma que el problema se deriva de la falta de conducción política de la policía y asegura que bajo su gestión, los homicidios y delitos contra la propiedad bajaron a índices históricos.

«Esta semana se activó la estructura de militantes en toda la provincia y logramos conectar con el electorado y fuimos los únicos que hablamos de propuestas concretas y eso va a marcar la diferencia el próximo domingo», dice optimista mientras muestra los resultados de los últimos tracking que realizó el consultor Germán Esponda de GyC Comunicaciones que le dan una ventaja de poco más de tres puntos.

-En Unidos para Cambiar Santa Fe tuvieron una campaña muy agresiva, con acusaciones fuertes de parte de Carolina Losada quien en las últimas horas insistió en que usted corrompió a la policía, dijo textual.

-Es lamentable. Me angustia que sea la misma persona que en los medios, hace solo seis meses, decía de mí todo lo contrario y se juntó con nosotros para que le expliquemos el plan de seguridad y se subió a un auto conmigo y recorrió la provincia para que pueda ganar y hoy sale con esas acusaciones que pretenden difamarme.

Me duele y me preocupa porque siento que se corre el objetivo que es terminar con el mal gobierno de Omar Perotti y ganarle al kirchnerismo en el orden nacional y esto no ayuda. No me vas a encontrar haciéndole ninguna crítica ni a Carolina Losada ni a Mónica Fein.

-Por otra parte, Patricia Bullrich, quien apoya a Carolina Losada, dijo que cuando ustedes eran ministros de Seguridad (nación y provincia, respectivamente), propuso intervenir la policía de Santa Fe con una autoridad de Gendarmería. ¿Esa propuesta se discutió?

-Fue una reunión en la que estuvo el gobernador Miguel Lifschitz, el secretario de Seguridad Pública, el comandante General Omar Pereyra y yo. Fue en su despacho y fue un tema que se tiró en la mesa, pero nosotros, bajo ningún concepto, íbamos a dejar en ese lugar a la Policía de Santa Fe porque sabíamos que, con una conducción política muy marcada, los índices de homicidios, violencias y delito cayeron a menos de la mitad de lo que teníamos.

En ese momento sostuvimos que esa idea no iba a prosperar porque también hay muchos problemas en las fuerzas federales. Recordemos la cantidad de presos que hay de las fuerzas federales. Los dos últimos jefes de Drogas durante su gestión, terminaron en la cárcel.

-¿Durante la gestión de Bullrich?

-Del gobierno nacional, sí. Los dos jefes de Drogas que vinieron a la provincia tuvieron connivencia con el narcotráfico. Por eso, no era algo que nuestro gobierno podía evaluar y claramente fue una buena decisión porque terminamos el mandato con una policía muy fortalecida y mucho mejor de la que habíamos encontrado y que daba respuesta.

Por entonces, en Rosario teníamos doscientos móviles en la calle y con la Policía de Santa Fe detuve a Alvarado, a Los Monos, a los Camino, los Funes, los Bay, Los Romero, al Zurdo Villarruel (los principales clanes narco que se disputan el territorio a los tiros) y fue con nuestra policía. El problema estaba en la conducción política, no estaba en la fuerza. Por supuesto que había agentes vinculados al narcotráfico, pero fueron apartados inmediatamente cuando surgía una causa.

Fue una decisión correcta porque valoramos a la policía de Santa Fe y a mí me duele que le peguen a la policía como le pegan porque entienden que hay que gobernar con los agentes y la estructura que hay. Lo que uno tiene que hacer es ir mejorando la institución.

-Usted trae la cuestión de la conducción política y en ese sentido, la socialista Mónica Fein lo cuestionó y dijo que no fue usted quien metió preso a los líderes narcos sino la decisión de un gobierno provincial del cual usted fue funcionario.

-Fue la decisión de un gobierno, por supuesto. Pero también hubo una impronta de quien conducía el Ministerio de Seguridad en ese momento que con mucho esfuerzo y mucha dedicación logró que la policía sea eficiente y logramos que en nuestra gestión (2015 a 2019) el delito cayera de manera considerable por primera vez en los últimos 25 años. Nosotros llevamos los parámetros delictuales del 2019 a cifras similares a las del 2005.

-Antes de la guerra que se desata entre bandas tras el crimen de «Pájaro» Cantero en 2013.

-Basta con mirar la estadística criminal. Nosotros nos vamos con parámetros similares a los años 2003; 2004 y 2005. Claramente hubo una conducción política de Miguel Lifschitz, pero a quien le tocaba la parte más dura era a mí, yo era el que estaba a las tres de la mañana conduciendo los allanamientos cuando hacíamos grandes detenciones, era yo quien estaba los 24 y 31 de diciembre desde las 11.30 de la noche en el 911 mientras que en Piñeiro o en Coronda estaba Pablo Cococcioni (ex director de Asuntos Penitenciarios y uno de los nombres que suenan como ministro de Seguridad si gana Pullaro). Fui yo el que no se tomó vacaciones durante cuatro años. Negar el esfuerzo de nuestro equipo es negar la realidad sino los delitos hubiesen bajado antes.

-¿Si usted fuese elegido gobernador, que haría con la seguridad?

-Voy a ser gobernador y la seguridad va a empezar a mejorar desde el 10 de diciembre en toda la provincia y principalmente en Rosario donde en este momento tenemos 15 focos de violencia letal que vamos a abordar con una fuerte intervención judicial y policial y posteriormente con mesas multiagenciales. También va a bajar el delito predatorio porque vamos a tener una conducción de la fuerza de seguridad que va a salir a la calle, no va a estar adentro de comisarías y eso va a ser planificado a través del mapa del delito y mapa de calor y te puedo asegurad que en cuatro años vamos a estar hablando de otra cosa, como pasó cuando gobernamos.

-Dice que va a ser gobernador, significa que el próximo domingo le ganaría la interna a Carolina Losada. En tal caso, ¿la va a convocar para que trabaje con usted? Porque ella adelantó que, en el caso contrario, no lo llamaría.

-Vamos a convocar a todos, después esta la responsabilidad de cada uno que quiera o no ser parte de un gobierno que va a cambiar las bases de la provincia de Santa Fe. La provincia va a liderar el cambio que se viene a nivel nacional, del paso de un sistema populista a un sistema productivo y nuestra provincia, con el campo la industria va a liderar ese cambio. En dos años vamos a resolver la seguridad y bajar el delito a parámetros normales porque sabemos que tenemos que hacer y durante los cuatro años, vamos a fortalecer el sistema productivo de Santa Fe y mejorar la educación con el mismo presupuesto. Eso se llama eficiencia de Estado.

-El intendente de Rosario Pablo Javkin dijo que Rosario fue abandonada por el gobierno provincial y nacional, ¿usted coincide con ese diagnóstico?

-Lamento que lo diga una semana antes de la elección y no durante los cuatro años como lo tuvo que decir. Nuestro bloque en soledad se opuso a las principales leyes que impulsaba Omar Perotti en la Legislatura cuando el resto acompañaba al gobernador y nadie lo criticaba. No decían nada cuando no le daba importancia a la seguridad de Rosario, cuando desmantelaron el sistema de salud pública y desinvirtieron en educación. Los únicos que hicimos críticas marcadas fue el bloque que nosotros conducíamos. Me alegra que lo diga en este momento, lamento que no lo haya hecho durante los cuatro años.

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