Nuestro mensaje de apoyo para todos los trabajadores de SanCor en su día

Nuestro mensaje a los empleados de SanCor y sus familias que el lunes pasarán un Día del Trabajador diferente y sombrío, angustiados por la posibilidad de perder sus fuentes laborales y medios de sustento.

Trabajadores de SanCor se manifiestan en forma pacífica.

Por Fernando Garello – Empecé a hacer periodismo en Sunchales a mediados de la década de 1990. Tenía 26 años, una corta pero promisoria carrera en el periodismo gráfico rosarino pero regresé a mi ciudad para acompañar y ayudar a mi madre en la tarea de tratar de llevar adelante los serios problemas de salud que afectaban a miembros de mi familia. No dudé, algo que hoy me hace sentir orgulloso y arranqué otra vez de cero, fundando El Tiempo de Sunchales. Era un joven demasiado informal y rebelde, al punto que ni siquiera me presenté ante las autoridades de SanCor de ese entonces para darles a conocer el proyecto editorial e invitarlos para asistir al lanzamiento del nuevo periódico que hicimos en el Hostal del Parque Casic. Sin embargo, no tardamos en diferenciarnos de nuestros colegas: durante la primera protesta tambera, un hecho que el semanario El Eco nunca estaría dispuesto a difundir en ese entonces, llamamos al gerente general de la cooperativa y le dijimos que nosotros cubriríamos y publicaríamos la noticia y que les ofrecíamos la oportunidad de expresar su punto de vista. También les garantizamos que no utilizaríamos el tema para generar repercusión e incrementar las ventas de ejemplares porque para nosotros lo más importante eran las fuentes laborales, tanto de la industria como de las explotaciones tamberas y la salud de la empresa. Sin falsa modestia podría decir con la perspectiva que dan los años, que para Sunchales fue como dejar atrás la Edad Media en materia de información pública. Nació así una sana relación con los directivos de la cooperativa, basada en el respeto mutuo que se mantuvo durante aproximadamente una década y media, donde por supuesto no faltaron las crisis, los equívocos y los malentendidos.

Recuerdo la gran crisis de 2001, cuando las autoridades de ese entonces nos convocaron a una reunión donde nos explicaron la delicada situación por la que atravesaba la empresa. “Tenemos un depósito lleno de Patacones pero no nos sirven de nada para pagar las deudas que tenemos con los bancos”, afirmaron. Se referían a las consecuencias del plan de inversiones que la compañía había puesto en marcha la década anterior, cuando la dirigencia política de la época –donde sobresalía un Omar Perotti a la sazón neoliberal-  aseguraba que Brasil consumiría la mayor parte de los productos lácteos producidos por los argentinos. Las previsiones estaban erradas, Perotti recordó que tenía algún gen populista y se convenció que el neoliberalismo era una mala palabra. SanCor zafó por muy poco y aprovechó la capacidad instalada que le había quedado para abastecer a un mercado interno en expansión. Sin embargo, la primavera duró poco y la palabra crisis volvió a asomar en el horizonte. A todo esto -nadie parece acordarse de ellos, es una constante en la historia de tropiezos de la cooperativa- los pequeños y medianos tamberos seguían padeciendo un sistema que los obligaba a subsistir a duras penas. SanCor volvió a caer y esta vez lo salvó el régimen del presidente venezolano Hugo Chávez, paradójicamente, el mismo que su continuación parece haber condenado a la propia Venezuela y a nuestra cooperativa. Contrariamente a lo que muchos creen, a Néstor Kirchner no le interesó demasiado salvar a SanCor. Era demasiado grande para que la absorbiera Cristóbal López, de modo que no tuvo mejor idea que ofrecérsela a George Soros, uno de los mayores “buitres” de la historia del capitalismo. Según buenas fuentes internas de la compañía fue Alicia Castro, por entonces embajadora argentina en Venezuela, quien acercó a las partes.

La historia suele ser circular y hoy SanCor vuelve a estar en la lona, como se dice en la jerga boxística. En el medio surgió la figura de Héctor Ponce, un gremialista que nuestra ciudad adoptó como lo hace con cientos de personas que llegan aquí en busca de un buen trabajo y una buena vida. El problema es que escaló demasiado rápido y sucumbió a las tentaciones del poder sindical, un sector que maneja millones de pesos de obras sociales prácticamente sin control -algo así como una AFA de la salud-, manipula elecciones y no duda en utilizar la violencia para acallar voces disidentes. Ponce aprovechó la breve primavera kirchnerista para obtener un aporte patronal extraordinario por trabajador, algo que prohíbe en forma expresa el marco legal que rige los sindicatos, para construir un imperio donde sus familiares, como no podría ser de otra manera, ocupan puestos preponderantes y donde abundan los proyectos faraónicos y los grandes espectáculos con figuras rutilantes. El problema es que esos aportes mágicos que hace la industria al gremio restan competitividad no solamente a SanCor sino al resto de las compañías a la hora de abrir nuevos mercados y el proyecto político de inclusión que abrazó y aún recuerda con nostalgia el gremialista, dejó más de diez millones de pobres que no consumen productos lácteos en cantidades mínimas. El final de la historia parecía anunciado, solo que muy pocos quisieron verlo y muchos, la gran mayoría, optó por mirar para otro lado.

Hoy la situación es terminal y si bien asoma un acuerdo que una vez más aportará una solución transitoria, en nuestra ciudad y en muchas otras localidades, hay miles de familias angustiadas que pasarán el Día del Trabajador con el riesgo cierto de perder sus trabajos y fuentes de sustento. A todos ellos saludamos desde nuestro sitio de trabajo. No tenemos otro compromiso que el interés común. Ni siquiera contamos a la cooperativa entre nuestros auspiciantes y a diferencia de la mayoría de los medios colegas, no tenemos a la Atilra de Ponce entre nuestros anunciantes sencillamente porque no aceptamos fondos de entidades que no se administran con transparencia, dilapidan recursos y usan la violencia para conseguir sus fines. Como hace más de veinte años, volvemos a tenerlos a ustedes entre nuestras prioridades. Esta vez no desde el papel sino desde la prensa digital, procuramos que SanCor no solamente zafe y sobreviva, sino también que sane y se fortalezca mediante una gestión eficaz por el bien de todos los sunchalenses, santafesinos, cordobeses y argentinos. Así como soñaron los pioneros que la fundaron cooperativa en los viejos años de sepia.

Respuestas a “Nuestro mensaje de apoyo para todos los trabajadores de SanCor en su día”

  1. Cristian

    Abr 29. 2017

    Opino respecto al porque el gobierno no pone la $$$ ..
    Si la solucion no hubiera sido recurrir a ellos ya estariamos hablando de el cierre de la fabrica pienso.. Gracias a dios ellos piensan dar una mano y tengo fe que esto va a cambiar por los trabajadores de sancor y por mi ciudad sunchales.
    Ahora bien al señor hector ponce y todo sus fieles seguidores y directivos.. El gremio esta para defender los derechos de los trabajadores no?? Lo que usted esta haciendo señor ponce es defender los intereses y bienes economicos de el gremio que no es una empreaa señor ponce. Es un GREMIO .
    Entonces no tire de la cuerda con el gobierno y no se aproveche de lq situacion reflexione respecto a cuantos trabajadores podrian quedar en la calle y ni en cuanto dinero pierde el GREMIO..
    Y si usted tan limpio esta como dice deje que el gobierno lo investigue señor.. Si es un hombre recto no tendria porq salir a amenzar con parar el pais si lo investigan.. Y parar el pais lo para moyano no un simple pistin como usted que lo unico que hizo fue fundir y destruir una empresa lactea.. La misma de su ciudad..
    Usted señor ya se la fumo toda $$$$ y ya esta echo d por vida pero piense en los trabajadores y en las familias y sobre todo piense en sunchales… Y lo mejor para sus agremiados ..

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  2. Autoconvocados

    May 01. 2017

    Muchas gracias por el apoyo y los saludos. Son el único medio de la ciudad que se animó a publicar sobre la patoteada del miércoles. Da verguenza ver como nuestro secretario general usa la violencia para aferrarse a sus privilegios mientras muchisimas familias se quedan sin trabajo. Ojalá SanCor salga adelante y se limpie a quienes la arruinaron. Todo nuestro apoyo hacia ustedes porque todos saben que reciben amenazas y ataques cobardes y anónimos como los panfletos que Ponce hace distribuir a sus secuaces. No tiene la valentía para dar la cara.

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  3. shayaki

    May 02. 2017

    su pensamiento es magnГ­fico
    shayaki

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