Ola de violencia en Rosario pone en duda la existencia de un plan contra el crimen organizado

El recrudecimiento de la violencia en Rosario, donde en los primeros nueve días del año se registraron doce crímenes, abre interrogantes sobre la existencia de un plan para combatir la inseguridad en el gobierno de Omar Perotti.

En los primeros nueve días del año se registraron doce crímenes en Rosario, un ritmo que si se sostiene a lo largo de 2020, podría rememorar los peores años de la violencia vinculada al narcotráfico en la provincia de Santa Fe (2013, 2014 y 2015). El fenómeno multiplica las dudas sobre la existencia de un plan de seguridad que le permita a la administración de Omar Perotti disminuir la inseguridad, tal como prometió durante la campaña electoral. Y esto es así porque las respuestas ofrecidas por el gobernador a través de su ministro de Seguridad no han sido eficaces y recuerdan a lo que se vino haciendo durante los últimos años: descabezamiento de cúpulas policiales y solicitud de fuerzas federales al gobierno nacional.

Si se tratara de un partido de fútbol podría decirse que hasta el momento el crimen organizado está ganando por goleada. Incluso exponiendo al ridículo a Marcelo Saín, ex asesor del gobierno del Frente Progresista y actual ministro de Seguridad, quien en poco más de una semana debió remover al jefe policial que él mismo había designado al frente de la Unidad Regional II de Rosario. Antes había atribuido a militantes del Socialismo la responsabilidad por los incidentes registrados en la histórica marcha de Rafaela.

Tras el crimen de un contador de 64 años que se encontraba en el casino de Rosario, el funcionario provincial afirmó lo que todos saben, que la agudización de la ola de violencia es en parte “una reacción de grupos que, evidentemente, manejaban negocios enormes”. ¿Podrá Saín limpiar a la fuerza pública de seguridad de la influencia del crimen organizado y el narcotráfico, solicitando refuerzos a las Nación y “poniendo a la policía en la calle”?