Perotti afronta la primera crisis de seguridad provocada por el narcotráfico

Un reconocido sicario se evadió del Centro de Justicia Penal de Rosario, cuando estaba a punto de firmar un acuerdo para un juicio abreviado. Hay dos guardiacárceles detenidos.

Ariel Acosta se fugó del Centro de Justicia Penal de Rosario,
al parecer con ayuda de agentes penitenciarios.

Dos agentes del Servicio Penitenciario de la Provincia de Santa Fe fueron detenidos por una alarmante fuga en el Centro de Justicia Penal de Rosario. El evadido es Ariel “Teletubi” Acosta, señalado como tirador al servicio de una de las principales bandas delictivas de la ciudad. Según fuentes oficiales, la primera hipótesis es que huyó mientras estaba en el subsuelo antes de firmar un procedimiento abreviado.

El prófugo es señalado como parte del brazo armado de la asociación ilícita comandada por René Ungaro, quien ya cumple condena como uno de los asesinos del ex jefe de la barra brava de Newell’s, Roberto “Pimpi” Caminos. Acosta había sido trasladado para una audiencia en la que iba a aceptar una pena unificada de 13 años por diferentes delitos, pero presumen que logró escaparse mientras estaba alojado en una de las celdas de espera.

La sobreactuación del ministro de Seguridad, Marcelo Saín, quien hace unos días advirtió a los funcionarios de la fuerza policial que pretendan resistir su conducción que “terminarían en el calabozo”, parece no haber hecho mella en los narcotraficantes. La resonante fuga de Acosta así parece demostrarlo y a poco más de una semana de asumir, el gobernador Omar Perotti afronta su primer escándalo en materia de corrupción policial.

Luego de emitir la orden de recaptura de “Teletubi”, la Agencia de Criminalidad Organizada empezó a relevar las cámaras de la sede judicial y ordenó la demora de todo el personal penitenciario presente para esclarecer el hecho. En el caso de dos agentes se encontraron de inmediato indicios de su participación y habría un tercero bajo sospecha, aunque el Ministerio Público de la Acusación (MPA) reservó dicha información hasta que sean imputados el lunes en las mismas instalaciones en las que se produjo la huida.

Aunque fue detenido a principios de 2017 luego de ser herido de bala e internado en el Hospital Provincial, la Fiscalía lo imputó meses atrás por seguir conectado a violentos ataques en la zona sur a pesar de que estaba tras las rejas. Se lo ubica como uno de los principales aliados del “Brujo” Ungaro, presunto líder de la organización que en los últimos años protagonizó una sangrienta disputa con el grupo de Alexis Caminos, hijo de “Pimpi”.

Además de su rol como miembro de la asociación ilícita, los abogados de “Teletubi” habían llegado a un acuerdo con el MPA para que se declarara culpable por tentativa de homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego y el delito de portación ilegítima. El episodio que le atribuyen ocurrió a fines de 2016, cuando un kiosquero de 53 años fue baleado por negarse a pagar por protección. A Sergio Cecchini lo acribillaron nuevamente el 6 de febrero del año siguiente y falleció dos semanas más tarde, aunque por entonces Acosta ya había sido imputado en relación al primer hecho.

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