Ruralistas santafesinos señalan a los responsables de la crisis de SanCor y exigen controles

En la misma línea que Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), la Sociedad Rural de Santa Fe emitió la semana pasada un duro comunicado donde señala a los responsables de la crisis de la cooperativa y reclama soluciones y mayores controles.

La entidad ruralista santafesina recibió recientemente la visita del presidente Mauricio Macri.

Para la entidad que preside Ricardo Argenti no hay lugar para la duda, la crisis aparentemente terminal por la que atraviesa SanCor tiene responsables con nombres y apellidos: directivos, gerentes, gobernantes y legisladores de 1983 al presente y delegados gremiales. También advierte sobre la necesidad de realizar controles exhaustivos sobre la cooperativa y el sindicato para que el salvataje del gobierno nacional no se desperdicie como en anteriores ocasiones. Así lo afirmó en un comunicado que dio a conocer la semana pasada a través de redes sociales y que se reproduce a continuación.

“Mucho se ha dicho sobre la crisis en la que se encuentra inmersa SanCor, la cooperativa láctea más importante de nuestra provincia. Su continuidad como empresa productora aparece hoy como muy difícil por su deuda, sus costos internos, su estructura tremendamente sobredimensionada para poder subsistir con un nivel de producción del 20 % de su capacidad instalada.

Crisis que no es nueva, sino más bien una crónica de una muerte anunciada, que comenzó hace muchos años, tantos que involucran en su caída a prácticamente todos los gobiernos provinciales y nacionales desde la vuelta a la democracia, tal vez con la única excepción de los actuales gobiernos nacional y provincial, el primero porque no tiene antecedentes en la gestión nacional, y el segundo porque desde que asumió ha transcurrido poco tiempo como para responsabilizarlo de esta situación; no así a sus socios políticos que gobernaron durante ocho años nuestra Provincia.

Peronistas, radicales, socialistas, e integrantes de diversos frentes de proyección nacional y/o provincial advirtieron –o debieran haberlo hecho- durante sus años de gestión, que esta empresa, este “buque insignia” de la producción láctea, se perfilaba como un gigante con pies de barro.

Tal vez era más cómodo, o más “políticamente correcto”, apoyar con entusiasmo cada parche que se iba aplicando, con forma de préstamo, o reestructuración gatopardista, para “resolver” el problema social y productivo.-

En esa línea, se llegó a tomar medidas de una irresponsabilidad notable:

  1. Crear aportes extraordinarios y beneficios para el sindicato (Atilra) en connivencia con sus delegados, imposibles de pagar para las empresas chicas y medianas, competencia de SanCor, que no tenían ni espaldas ni prebendas para financiarlos.
  2. Incrementar los precios de venta de los productos para nivelar costos exorbitantes, colocándolos unas veces fuera de todos los mercados, y otras incentivando la suba de los precios de la competencia, con el lógico perjuicio de los consumidores, cautivos espectadores y víctimas de esta realidad.
  3. Retrasar las actualizaciones de precios y/o los pagos de la leche a los tamberos, otro de los sectores que se transformaron en los “patos de la boda”.

Así, con los números reales barridos debajo de la alfombra siguió la fiesta, hasta que ahora llegó la hora de pagarla. Un verdadero drama. Para quiénes?

  • Para los Directivos y Gerentes con sueldos del Primer Mundo, que no supieron o no quisieron reestructurar la empresa?
  • Para los Gobiernos y Legisladores permisivos, que prefirieron hacer política con la empresa sin advertir y difundir la realidad?
  • Para los Delegados Gremiales, que transformaron al Sindicato en una estructura tanto o más poderosa que la misma empresa?

Creemos que no. Los verdaderos perjudicados de esta crisis, a nuestro entender son:

  1. Los empleados rasos, que no tienen poder de decisión, y hoy ven peligrar su fuente de trabajo, situación que de producirse va a tener un impacto social en nuestra Provincia de consecuencias todavía desconocidas.
  2. Los consumidores, que están siempre a merced de las decisiones empresarias y oficiales, cuando los precios que tienen que pagar por los productos de la canasta familiar, en lugar de responder a la libre competencia de mercados transparentes, están sesgados por prácticas permisivas y prebendarias.
  3. El movimiento cooperativista legítimo, que tantos beneficios ha aportado a la economía de nuestra Provincia y de la Nación.
  4. Y por último nuestros tamberos, proveedores de la materia prima de la cooperativa, que ya sufren en carne propia la demora en cobrar su producción, víctimas de una perversidad verdaderamente sorprendente, como si se los pudiera confundir con empresarios poderosos y con capacidad para financiarse, cuando la realidad es que están fundidos, por obra y gracia de esta clase de empresas lácteas.

Se ha acordado un aporte de la Nación a través de un Fideicomiso de 450 millones de pesos, tendiente a llevar alivio a la situación de SanCor. También se han puesto condiciones al desembolso de ese aporte, cuya letra chica se desconoce o es muy difusa.

Si esas condiciones no se conocen con claridad y se cumplen, si no se reestructura la economía de la empresa, si no se la audita y se la controla con seriedad, si todos sus actores que han sido los responsables de este desastre no toman conciencia y hacen su esfuerzo, el hilo se seguirá cortando por lo más fino, y este aporte servirá solamente para que SanCor prolongue su agonía, y una vez más despilfarre las dádivas que recibe repartiéndolas entre los beneficiarios de esta fiesta, que son los mismos de siempre».

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