SanCor no descarta cerrar definitivamente una de sus plantas por el conflicto con Atilra

Ante la persistencia del conflicto gremial, y sin soluciones a la vista, la cooperativa láctea evalúa desmantelar la fábrica de San Guillermo que volvió a funcionar en junio luego de que estuviera parada durante tres años por falta de ocupación de la capacidad instalada.

La planta de San Guiilermo podría cerrar de manera definitiva debido al bloqueo de Atilra.

El negocio de SanCor funciona de forma limitada. Cinco de los seis complejos que están operativos trabajan a un tercio de su capacidad. Procesan entre 500 mil y 700 mil litros diarios, según la disponibilidad estacional de la materia prima. Este volumen representa apenas el 10% de los 4 millones de litros diarios que, en sus mejores épocas, la láctea llegó a elaborar. De los 5.600 de empleados que tenía, hoy conserva 1.600.

El objetivo es procesar entre 1,2 millones y 1,5 millones de litros por día para hacer uso pleno de la capacidad, y así abastecer al mercado interno y de exportación. Para eso, la cooperativa requiere financiamiento, una búsqueda que lleva adelante desde que en 2017 inició su reestructuración y que activó este año y el pasado, aún sin éxito.

El gremio lácteo Atilra sostiene su bloqueo con asambleas rotativas de seis horas en horarios de trabajo en las plantas de SanCor.

Además de San Guillermo, la actividad se mantiene en los establecimientos ubicados en Sunchales y Gálvez, también en Santa Fe; y en Balnearia, Devoto y La Carlota, en Córdoba. En todos ellos, Atilra sostiene su bloqueo con asambleas rotativas de seis horas en horarios de trabajo, un formato que aplicó desde comienzos de año y mantiene diariamente desde el 14 de octubre.

La semana pasada se tensó el conflicto ante el fracaso de la solicitud de una conciliación obligatoria en una reunión clave con el Ministerio de Trabajo de la Nación. Por la interrupción del proceso productivo que generan las medidas de fuerza de los empleados nucleados en el gremio, y con una caja con fondos escasos en medio de la crisis que enfrenta el sector lácteo, SanCor se queda sin opciones, teniendo en cuenta «el perjuicio económico que generan estos paros».

El fideicomiso que no fue

El conflicto gremial tomó fuerza con la demora en la implementación de un fideicomiso financiero, que se planteó desde el arranque de 2023 como una propuesta de salvataje para la láctea. No obstante, los meses pasaron y la iniciativa se congeló, hasta que terminó por caerse. En protesta, los trabajadores volvieron a activar los reclamos: piden que se garantice la continuidad de los puestos laborales y se regularice el pago de salarios.

El plan involucraba a interesados como Marcelo Figueiras, presidente de Laboratorios Richmond; y José Urtubey, hermano del ex gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, y accionista de Celulosa Argentina, quienes apuntaban a hacerse cargo de la administración de SanCor, con el apoyo del Gobierno y Atilra. La semana pasada venció el plazo para la constitución de este proyecto y no hubo oferentes.

No hay comentarios

Deje un comentario