Sunchales no debe relajar los controles sobre el cumplimiento de la cuarentena

Hasta ahora logró mantenerse fuera del listado de 34 localidades santafesinas donde hay casos positivos de Covid-19 confirmados. Los vínculos con Rafaela, donde hay 16 infectados, deben ser controlados rigurosamente.

Hasta ahora se han descartado todos los casos sospechosos en nuestra ciudad.

La suerte de Sunchales, que hoy no tiene casos confirmados, depende en buena medida del estricto cumplimiento de la cuarentena obligatoria que dispuso el Gobierno nacional y que acaba de ser prorrogada hasta el próximo día 23 de abril. Es que toda transgresión de dicha medida, podría provocar el ingreso del virus a la ciudad. No hay que olvidar que a escasos 40 kilómetros, en Rafaela, ya hay 16 casos confirmados y que los estrechos lazos que existen con la vecina localidad podrían desatar un drama, si es que no se cumplen las medidas de aislamiento dispuestas por el Poder Ejecutivo nacional con el aval de la totalidad de las provincias argentinas, incluida Santa Fe.

Hasta ahora Sunchales ha tenido la suerte de permanecer fuera del mapa de la pandemia que en Santa Fe incluye a 34 localidades, algunas incluso más pequeñas que la nuestra. Fue realmente obra de la fortuna, dado que hay sunchalenses que suelen viajar al exterior, a países que hoy son focos de infección, como España, Italia y los Estados Unidos, además de Brasil, donde decenas de vecinos pasaron sus últimas vacaciones.

Por eso las autoridades sanitarias locales se están esforzando para mantener la pandemia fuera de los límites de la ciudad. Pero todos esos esfuerzos no serán en vano si se relajan los controles y si los ciudadanos no cumplen con el distanciamiento social obligatorio.

No hace falta recordar que se trata de una enfermedad letal que ya ha provocado la muerte de 60 personas en nuestro país, para la cual todavía no existen cura ni vacunas, y que ataca con ferocidad a grupos vulnerables como los de adultos mayores, tal como se está viendo en todo el planeta.

No se trata de generar alarma, sino de crear conciencia sobre los peligros a los que nos encontramos expuestos y la necesidad de cumplir con las medidas de prevención y distanciamiento para evitar la pérdida de seres muy queridos.

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